Creíamos que el «camino de baldosas amarillas» era coto privado del cine. Hasta que unos buzos descendieron a las profundidades
La idea del camino de baldosas amarillas nació con la novela The Wonderful Wizard of Oz de L. Frank Baum (1900), donde se describe una senda dorada que conduce a la Ciudad Esmeralda y simboliza el viaje hacia la realización personal y el descubrimiento. En la célebre adaptación al cine de 1939, ese sendero se convirtió en un icono visual gracias al uso pionero del Technicolor: el amarillo brillante contrastaba con el verde intenso de la ciudad y el cielo azul, marcando el paso de Dorothy desd…